Este es un material que el año pasado me acercó Rubén Carrera, padrino de este blog. Y al releer la nota, uno puede encontrarlo aún más querible a Juan Carlos Altavista.
Esto pertenece a la revista Siete Días, del año 1987. Una nota muy interesante, lamentablemente debido a la baja resolución de la imagen no se llega a leer el apellido del periodista que se la realiza, de nombre Guillermo. En la misma, podemos rescatar algunos párrafos destacadísimos:
- Altavista: ¿le molesta que todavía sigan haciendo comparaciones entre su personaje y usted?
- No, hace cuarenta y nueve años que estoy en esta profesión y me han hecho cientos de reportajes, así que no me sorprende. Por otro lado, nunca he vivido de otra cosa. Lo único que me cae mal es la gente rara, mentirosa o falsa.
- ¿Es cierto que Minguito es un Altavista más zafado pero que en el fondo son la misma cosa?
- Claro, es una simbiosis. Antes podía decir que era una metamorfosis pero llegó un momento en que nos compenetramos totalmente. Incluso, como Altavista siempre tengo un bocadillo del Mingo para poner una nota de humor o provocar una reacción. Tal vez para decirte algo que de otra manera no podría decir. Me resulta muy útil para muchas cosas.
- ¿Cuáles?
- Para defenderme, divertirme, para tener presente a mi madre, por ejemplo. La perdí hace muchos años, pero con Mingo la tengo siempre presente.
- Su personaje siempre ha impresionado como un niño grandote, con actitudes y reflexiones infantiles. ¿Usted también tiene esa característica de negarse a crecer en muchos aspectos?
- Sí, porque ya de grande descubrí que no tuve infancia. Antes no me percataba de eso, pero con el correr de los años y los reportajes, comencé a tener siempre presente mi juventud.
- ¿Y a qué atribuye esa falta?
- Lo que pasa es que trabajé desde muy chiquito. A los ocho años ya estaba en la Escuela de Teatro Infantil Labardén. A la mañana iba al colegio, después almorzaba en casa y a la una me pasaba a buscar el micro que me llevaba al teatro. Volvía a las siete de la tarde para cenar con mi papá y después venía la profesora de piano. A los nueve años empecé a filmar y ya no paré de trabajar, así que me quedaba todavía menos tiempo. A veces estoy con gente grande y digo cosas que provocan que esa gente me mire y se ría. Por ejemplo, me gusta remar en un bote, me enloquece, y ésas son cosas de muchachito, no de un hombre de cincuenta y ocho años.
- ¿Mingo le ha significado renunciar a una parte de su carrera laboral?
- Claro, Mingo se comió al actor
- ¿Y eso no le pesa?
- No, porque he hecho otras cosas. Hace dos años filmé una película con Tita Merello en un papel dramático (Nota del blog: Las Barras Bravas, 1985). Ahora me han propuesto otro pero no sé si me alcanza el tiempo.
- ¿Y no le cuesta personificar otros roles?
- Sí, me cuesta. En esa película con Tita, debía actuar de enamorado de Mercedes Carreras y eso me costaba horrores. A tal punto que en un momento le dije: "a mí dejame con el Mingo".
- Entre 1973 y 1979 no trabajó en televisión. ¿Eso se debió a una decisión personal o a las "listas negras"?
- Un poco a cada cosa. Yo no quería hablar mucho porque eso no convenía. En este país, la verdad es que nunca conviene hablar mucho. Lo que pasaba es que a mí me llamaban, al que no lo querían era al Mingo. Y a mí me dio tanta bronca que lo agarré a Riverito y nos fuimos durante dos años a trabajar a Radio Colonia.
Al empezar este post, la idea era transcribir algunos párrafos. Pero, sinceramente, he tipeado casi toda la nota porque cada frase valía la pena. Insisto, cuanto más se conoce de él, más se hace querer...
Gus
"MINGO SE COMIÓ AL ACTOR"
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7 Gomías comentaron:
Me encantó la nota...Sobre todo porque Altavista no renegó nunca de su personaje. Reconoce, sí, cómo no que "Mingo se comió a Altavista", pero en esa aseveración está la constatación de un hecho; no suena para nada a lamento. El quiso siempre a "Minguito", le puso mucho de él, y a su vez tomó recursos que "Mingo" podía darle para su vida diaria. Era una compenetración total de uno y otro.
Por supuesto, Altavista tuvo muchos otros excelentes trabajos actorales (incluso dramáticos) ; hace algunas semanas lo ví cuando era muy pibe laburando en "Cuando en el Cielo Pasen Lista", con Narciso Ibañez Menta...Hacía de chico trabieso, a cargo del educador William Morris y estuvo muy, pero muy bien. Ya desde la adolescencia era un actorazo.
Sin embargo él sabía que su nombre quedaría eternamente ligado al de "Minguito" y no lo lamentaba. Reconocer semejante realidad (no siempre aceptable para un actor) lo convierte instantáneamente en un SEÑOR, con mayúscula.
Aún hoy, a tantos años de su temprana muerte, recordamos a Juan Carlos Altavista manejando su "Santa Milonguita", hablando todo el tiempo de su querida viejita y rezándole a la Virgencita de Luján. Serña siempre "Mingo" llueva, truene o granice.
¡Gracias ""Juan Carlos Tinguitella"! ¿O "Mingo Altavista"? Y gracias a vos Gus, por tipear para nosotris casi toda la nota.
Vanesa.
Hola Vanesa
por un lado me da pena, porque entiendo que podría habernos deleitado con más cosas pero también nos hubiéramos perdido más del Mingo no?. Y lo que reconforta es eso, que a él no le pesaba...
saludos y buena semana
Simplemente paso para dejar constancia de como se escribe la palabra TRAVIESO, que dejé mal escrito cuando dejé mi primer comentario. Recién ahora lo veo...¡Qué papelonazoooo! Juro que fue por la proximidad de las letras "b" y "V" en el teclado, y no porque desconociera las reglas básicas de la ortografía.
Un besito
Vane
Estas notas cobran valor a medida que pasan los años. Seguramente es valioso también para la familia si no tiene el recorte. A veces un artista habla y cuenta cosas muy lindas en los reportajes que la familia tal vez no conocía en detalle por las prisas diarias
buenísima nota ojalá haya más
saludos
Alberto
Vanesa: es muy común ese tipo de errores, hay teclados traicioneros, buen fin de semana!
Alberto: Sé que la familia de Mingo entra a este sitio lo que representa un orgullo... ojalá encuentre más notas! buen fin de semana!
Bue, que nota.Decididamente el tipo era bien lindo y eso no le quitaba inteligencia, y corazón.
Galanazo, buen actor y cómico.
La vida lo quiso así...Un cómico que nos dejara tan gratos recuerdos.
Abrazos cómicos
Hola Marisa
Decís "inteligencia y corazón", y ésa es una linda combinación. Porque si él hubiera dejado de lado a Mingo, alguien diría que fue lo "más inteligente", pero no pudo hacerlo, le ganó el corazón.
Yo creo que Juan Carlos era un gran actor, lamento, como admirador de su obra que no haya incursionado en otros géneros pero qué le iba a hacer, si cada vez que hacía a Mingo era un boom de rating... 1981 y 1987 fueron años claves y fue su gran suceso! pero esta nota demuestra que Mingo era el gran amigo inseparable de Juan Carlos... me gustó mucho compartir esta nota en la web...
abrazos noteros!!!
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